Marcelo Ebrard abandona Morena, tras selección de Claudia Sheinbaum

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Marcelo Ebrard abandona Morena, tras selección de Claudia Sheinbaum
Marcelo Ebrard abandona Morena, tras selección de Claudia Sheinbaum

Marcelo Ebrard, afirmó que ya no tiene espacio en Morena, luego de denunciar irregularidades en el proceso de encuestas que favorecían a Claudia Sheinbaum.

El ex canciller, Marcelo Ebrard, afirmó que ya no tiene espacio en Morena, luego de denunciar irregularidades en el proceso de encuestas, a minutos de que anunciaran a Claudia Sheinbaum como la candidata oficial.

“Hoy tenemos reunión en un ratito más, no nos habíamos planeado esta situación, no me esperaba lo que pasó ayer, hoy tomaremos decisiones y el lunes haremos una asamblea, lo que sí me queda claro es que En morena no tenemos espacio”, dijo esta mañana en una entrevista.

Shienbaum quedó con 10 puntos por encima de Ebrard en todas las encuestas realizadas por Morena, lo que el ex jefe de Gobierno admitió. “Perdón, pero yo no estoy argumentando que le gané a Claudia, no soy una persona de impulso, ni una persona que no pueda aceptar que no ganamos ” y recordó cuando Andrés Manuel López Obrador le ganó en el proceso para ser candidato en ocasiones anteriores.

Marcelo Ebrard, el 6 de septiembre dio una conferencia de prensa horas antes de conocerse el resultado de la interna presidencial, pidiendo que se repitiera el proceso de las encuestas para elegir al candidato. Luego mantuvo una reunión a puerta cerrada con sus colaboradores, en la que explicó los motivos de por qué decidió no participar en la recta final del proceso ni asistir al evento donde se anunció oficialmente a Claudia Sheinbaum como ganadora.

En el encuentro privado el ex canciller abrió la puerta a su salida del partido: “No nos vamos a someter a esa señora”, dijo sobre Sheinbaum, ante los aplausos de sus seguidores, que le gritaban “presidente, presidente”.

El ex canciller, que ha caminado gran parte de su carrera política de la mano de Andrés López Obrador y hasta en dos ocasiones se echó a un lado en la contienda interna para dejar al camino libre al actual presidente, no parece tan dispuesto a claudicar en esta ocasión. El próximo lunes ha convocado a su equipo para decidir el camino a seguir.

Durante la junta privada previa, Ebrard puso sobre la mesa además la ruptura con la dirigencia del partido, encabezada por Mario Delgado. “No vamos a tolerar a una dirigencia que nos haga esto”, sentenció. Poco después y en público, la senadora Malú Mícher, su mano derecha durante la campaña, templó los ánimos y descartó una salida del partido. El malestar del ex canciller ha sido evidente durante toda la jornada. Primero salió su equipo a denunciar irregularidades en las encuestas. No se trataba de incidencias de un solo día, sino de problemas registrados a lo largo de todo el proceso, aseguraron en conferencia de prensa. Más tarde salió él mismo a hablar.

Ebrard acusó a la dirigencia de Morena de “impedir a la fuerza” el ingreso de su equipo al edificio donde se estaba llevando a cabo el conteo oficial y a la policía de golpear a la senadora Mícher. En la reunión privada, en la que no se permitió grabar ni tener teléfonos celulares prendidos, Ebrard lamentó lo sucedido, abrazó a Mícher, a la que reconoció el trabajo hecho, y dijo que no podía creer lo que estaba sucediendo. “Están diciendo que si voy a romper con Morena, pero yo no rompí nada, fueron ellos que cada vez se parecen más al PRI”, dijo claramente enojado.

Mientras que el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció el triunfo de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien durante la noche del miércoles se convirtió en la Coordinadora Nacional de Defensa de la 4T y próxima candidata presidencial del partido. También rechazó las acusaciones de Marcelo Ebrard y aseguró que todo se dio de manera transparente.

Con un 39.4% a su favor, Sheinbaum celebró su victoria pese a las acusaciones del ex canciller por presuntas irregularidades durante la realización del proceso interno de Morena.

A pocas horas de que se hiciera público el resultado, el mandatario federal dijo durante la conferencia de prensa matutina de este 7 de septiembre que apoyará a Sheinbaum, pero también invitó a Ebrard a seguir formando parte del movimiento.

“Yo quiero decir que Marcelo es una muy buena persona, un buen dirigente, un buen servidor público, es mi amigo. Espero que él decida apoyar la transformación”, declaró el presidente.

“No hubo inclinación de la balanza a favor de nadie, yo tengo principios, ideales, no tengo un doble discurso, la honestidad es lo que más estimo”, dijo.

Por ello, pidió a Ebrard poner por delante el interés superior y pensar en el pueblo. Además, recordó que tiene derecho a apoyar la continuidad de Morena desde otro cargo político.

“Todos estuvieron de acuerdo en que quien quedara en segundo lugar tenía derecho a participar en el gabinete o ser dirigente del movimiento desde el Senado de la República; así quedó establecido”, declaró.

Al ser cuestionado sobre la posibilidad de que alguna de las corcholatas que no resultaron victoriosas deje Morena, el presidente aseguró que nadie lo hará, ni siquiera Ebrard.

“Hay que esperar a lo que decida, está en libertad. Lo estimamos mucho pero es libre de tomar la decisión que le parezca más conveniente. No es el cargo lo importante, sino el encargo, el proyecto. Ni modo que se vaya a ayudar al bloque conservador, corrupto, ¿qué es eso?”, aseveró.

Ebrard explicó en la reunión privada, que no iba a aceptar premios de consolación si se los ofrecían, ni una senaduría ni ningún otro cargo. El excanciller dijo que iban a tener que explicar a la gente lo que había sucedido con estas encuestas, que hubiese sido más limpio el proceso si Delgado y la dirigencia del partido aceptaban los errores y fallos que se habían cometido en su realización, “y dejaban de decir que está todo perfecto”. Por eso, sostuvo que lo mejor era volver a ejecutar el proceso, ahora de manera más pulcra. El aspirante presidencial citó a su equipo a una junta para el próximo lunes para poder así definir el rumbo que tomarán sus aspiraciones a futuro.