Movimiento Ciudadano en Quintana Roo ha crecido de una forma sorprendente, pero la corrupción que existe dentro del partido hace que no avance, ya que sin ser una fuerza real en el estado y con poco sus representantes se han vuelto locos por el hambre de poder.
Por: Haydee García
Movimiento Ciudadano en Quintana Roo ha crecido de una forma sorprendente, pero la corrupción que existe dentro del partido hace que no avance, ya que sin ser una fuerza real en el estado y con poco sus representantes se han vuelto locos por el hambre de poder.
MC en el sur está como una minúscula oposición que al final se alinea bajo sus intereses. Cómo olvidar el nepotismo de Lidia Rojas Fabro, actual regidora del Ayuntamiento de Chetumal y en ese tiempo dirigente de MC, quien puso a su suegro en primer lugar en la lista de plurinominales y ella en segundo lugar, para ocupar una curul en las diputaciones locales.
Actualmente, quien puso aparentemente orden es el actual dirigente, el ex priísta y ex morenista Dr. José Luis Pech, quien tiene una enorme carrera política y fue aceptado en el partido para continuar con su vida política, pues en Morena no lo aceptaron como candidato a la gubernatura en 2022.
Y así podríamos continuar con una larga lista de actos de los nuevos y viejos integrantes de MC en Quintana Roo, donde sin duda los jóvenes han apostado a que es un partido fresco con menos corrupción, pero al final muchos quedan desencantados y ven que la corrupción está presente.
Hace unos días quizá para muchos desapercibido pasó un oficio en redes sociales sobre un joven chetumaleño de familia reconocida que renunciaba al partido naranja, pero llama la atención su texto donde remarca: “dentro del partido, no visualizo, ni siento, no creo en un interés genuino de hacer buena política. Las simulaciones laceran, perjudican y no abandonan al interés social…”
Luis Mario Baeza Zavala ocupaba el puesto de secretario estatal de organización juvenil, recién egresado de la licenciatura en derecho de la Universidad Marista, donde obtuvo mención honorífica y es un activista social, un perfil fresco que al igual que muchos jóvenes recién graduados tiene ideales frescos y sueños de cambios verdaderos, pero se topan con la dura y cruel realidad de los partidos políticos que monopolizan el poder.
Hoy podemos decir que los partidos políticos, incluyendo los más nuevos como Movimiento Naranja, cada día han dejado de representar a los ciudadanos por su distanciamiento y falta de credibilidad social. Y es por ello que se abre la brecha donde los ciudadanos ven con mejores ojos a los candidatos independientes, pero esa es otra historia, mi estimado lector.